Estoy triste… o cuando una broma (o meme) deja ser graciosa

Generar contenido es un “hobbie” para unos, un trabajo (o futuro) para otros. En mi caso la ilusión de un futuro trabajo.

Para el que se lo tome con suficientes ganas de convertirlo en un trabajo, sabe o debería de saber que es duro, muy duro, los resultados no llegan rápido (si que hay gente que tiene “don”, pero no la gran mayoría).

Cuando alguien con mi perfil empieza en este mundillo descubres o aprendes que tienes que generar un producto: en mi caso mi survival.

Tengo que “competir” o “compartir” audiencia con centenares o miles de survivals, es duro y frustrante muchas veces. Mi ilusión me permite seguir adelante.

Para poder “destacar” o “sacar la cabecita” por encima del resto, hay que hacer cosas que no todo el mundo pueda hacer, y aquí es donde se complica la cosa.

En la comunidad se valora mucho el echo de que cuando un juega survival nunca cambie de modo (por ejemplo, a creativo). No lo comparto para nada, creo sinceramente que cada cual puede jugar como quiera. Yo siempre he jugado survival sin activar para nada el creativo (ni ningún otro modo).

Ahora tenemos dos cosas claras: hay que hacer cosas espectaculares y no hay que salir del modo. Pero lo podemos complicar más, todo eso hay que trasladarlo a un video o directo que tiene que ser divertido y que entretenga a la gente.

Yo en mi caso decidí jugar enteramente el episodio fuera de cámara (exceptuando cuando hago directos), para luego hacer “cortes” entre momentos clave del “episodio”. No es el formato más habitual, pero a mi es el que más me gusta.

En el momento de grabar para YouTube paso por estos momentos clave restaurando la copia que sea y lo enseño pasando por creativo o survival. Cosa que explico en cada episodio grabado.

Como anécdota: quizás estoy grabando un jueves, un episodio que publico el viernes pero que hace 2 meses que jugué.

Y ahora viene la segunda parte, la triste, la que me está costando mucho.

Se empezó generando una broma (además muy típica): “esto lo haces en creativo”.

La broma ha ido creciendo hasta convertirse en “meme” del canal.

Quizás en este punto os donde os quedáis la mayoría, y no sepáis una segunda parte que sucede con ciertas bromas o memes.

Primer problema: se desacredita un trabajo.

Da igual de lo que estemos hablando ahora mismo: los comentarios negativos (sean ciertos o no) desacreditan. Si mi trabajo tiene una nota de 5/10 vuestros comentarios positivos pueden convertirlo en un 6/10 o en un 4/10 si son negativos. Tenerlo en cuenta.

Segundo problema: se va o no viene más gente

Cuando un trabajo (o producto) esta desacreditado y ha perdido valor, es más difícil de vender. ¿Cómo va esto? “Hola soy nuevo, me gusta mucho tu construcción y tu estilo, pero no voy a seguir survivals que están construidos en creativo”. Si, estos comentarios empiezan a ser frecuentes. Es una lástima, he perdido una persona.

Tercer problema: tu libertad termina cuando empieza la de los demás.

El comentario anterior nunca lo he borrado, aun no compartiéndolo, tengo que respetar la opinión de los demás. El problema es que hace algún tiempo que empiezo a tener comentarios donde se falta al respeto. Os podéis imaginar lo que queráis, y seguro que no llegareis a lo que llegado a recibir.

Cuarto problema: los comentarios negativos afectan más que los positivos.

Esto es como funcionamos los humanos, para sobrevivir debemos estar alerta, y las cosas negativas siempre son pondrán en más en tensión que las positivas. No soy psicólogo y no os lo voy a argumentar para no fastidiarla.

Quinto problema: no estoy jugando ahora mismo

Estoy triste, en lugar de jugar a Minecraft (lo que me gusta y me apasiona) estoy intentando reflexionar sobre algo serio, que además me entristece.

¿Y ahora qué?

De momento os paso esta reflexión, pensar en ella. Decide si estás de acuerdo o no, si le añadirías matices, solo te pido que la respetes (la reflexión).

Seguramente subiré un video a YouTube, hoy en día leer un blog es más difícil y me gustaría hacer llegar esta reflexión a nuestra comunidad.

Mi primer año como generador de contenido

Desde que en septiembre de 2019 me dije “ahora o nunca” ha pasado casi un año como generador de contenido.

Ahora casi con ese año de experiencia empiezo a sacar algunas conclusiones. Pero primero los números, para que entremos en contexto:

  • Twitch:
    • 225 horas en directo
    • +1100 seguidores
    • 20 personas de media el último mes.
  • Twitter:
    • Casi 200 seguidores.
    • Casi 900 tweets
  • Youtube:
    • Casi 750 seguidores.
    • + de 5500 horas de reproducción.
    • + 200 videos.

Los números no están mal, teniendo en cuenta que sigo teniendo un trabajo que le dedico de lunes a viernes unas 10 horas diarias. Sé de muchos compañeros que con mucho mas tiempo dedicado no han llegado a eso. Me siento como si hubiera pasado ese primer corte donde abandonan la mayoría (aunque estuve a punto).

Quizás lo más duro durante todo este tiempo a sido no perder la motivación. Por mi manera de ser tengo dos fuentes: la energía de los que me apoyan, y la energía de los que me intentan frustrar. Sinceramente creo que me pone más las pilas un “no vales” que un “eres muy guay”, claro que se procesa mucho más fácil un comentario o una acción positiva, pero con un poco de trabajo lo negativo me da mucho combustible para tirar hacia adelante.

La primera de las conclusiones: dedica el tiempo a planificar. Al igual que cuando jugamos en Minecraft, si planeamos bien las cosas, nos ahorramos tiempo y los resultados vienen antes y mejor.

Quizás una de las conclusiones más importantes a las que he llegado a sido: hay que dedicar tanto tiempo a vender el producto como a su elaboración. Me explico a continuación.

Creo que tengo un contenido más que correcto, pero no llego a suficiente gente, es por eso que concluyo que me falta la parte de vender (llámalo SEO si quieres). Esta parte olvidada por muchos (me incluyo hasta hace poco) es muy muy importante, y no hacer un esfuerzo en ella es como disponer de un mal audio o de una calidad de video pésima.

Objetivos

Hace un año me marque los siguientes objetivos:

  • Ser afiliado de Twitch para diciembre de 2020. Misión cumplida.
  • Tener el partner de Youtube para diciembre del 2020. En el momento de hacer la entrada todo apunta a que podré cumplirlo.
  • Aprender de estos medios. Misión cumplida.

Resumiendo, que creo que la cosa ha ido muy bien, y como me di unos meses de margen hasta diciembre, creo que perfecto.

Además, he conseguido una comunidad muy guay de compañeros de trabajo, y algunos de los “seguidores” se han convertido en esos “amiguitos” que si no dan la murga se extrañan.

Me siento como cuando apruebas ese examen que te permite empezar a conducir: emocionado y feliz, pero sabiendo que lo que se viene será serio, una responsabilidad que mal llevada te hará perder todo.

Se vienen nuevos retos, aunque le tendré que dedicar un poco más de reflexión a estas nuevas metas. En cualquier caso tengo muchas ganas de continuar, y es que el caminar por estas sendas ya esta muy muy pero que muy bien.

Después de mi tercer intento de “Youtuber” ¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué? Me estuve preguntando desde que dejé de subir videos hasta junio de 2019 ¿Qué haría con el canal? ¿volvería a subir alguna cosa? Tenia dudas, pero sinceramente me importaba ya poco, creí que no era lo mío esto de hacer contenido y que más valía centrarse en otras cosas.

Y así hasta finales de junio, donde cada año me voy de vacaciones unos días con mis amigos de siempre, esos amigos que conocí en el parvulario de mi pueblo.

Cada año convertimos esas vacaciones en una “burbuja” donde nos encontramos (algunos con críos ya) y nos contamos las penas y alegrías de todo el año.

Este 2019 uno del grupo pasaba por una “pequeña crisis profesional”, lo típico, cansado de su trabajo. Una de las noches me quedé a solas con él tomando alguna copa, y salió otra vez el tema.

El caso es que le plantee un cambio de rumbo que buscará algo diferente, que diera un giro de 180 grados y que encarará la parte profesional en otra dirección. Me comentó un posible proyecto y me pareció magnifico, tiene todo mi apoyo. Lo que le aporté como amigo fue la parte de las redes sociales, YouTube, Twitch y toda esa experiencia que tenía yo. Creo que hoy en día un negocio sin toda era área detrás no tiene mucho sentido.

Y allí acabo la conversación. No sacamos el tema más durante los días que estuvimos de vacaciones.

Ya en casa, se me prendió como una luz ¿Cómo puedo aconsejar algo a un amigo y no hacer yo exactamente lo mismo?

Le di un par de vueltas al tema y retomé el tema ¿Dónde me había atascado la ultima vez? En la organización: conocía el medio, tenía las habilidades básicas, la motivación, pero me faltó organizarlo de manera que tuviera el espacio en mi vida.

Así que aproveche el verano del 2019 para arrancar otra vez. Esta vez el proyecto estaría dimensionado a los recursos y empezaría con algo pequeño, algo sencillo, algo que me permitiera aprender lo último que necesitaba para arrancar: la organización.

Y la cosa empieza a funcionar: empiezo a encontrar esa regularidad y esa confianza.

¡Vale! Lo he conseguido, ya me siento “Youtuber”, pero miro mi cuenta en septiembre y tengo 18 subscriptores, y me digo: “Pero todos los yotubers antes de tener 100, 1000 o 1millón han tenido 18, entonces voy bien, ahora sí, estamos en camino.”

A la tercera tampoco fue la vencida

Siempre he escuchado que “a la tercera va la vencida”, pero en mi mini carrera de generador de contenido me tocó un “a la tercera tampoco fue la vencida”.

Era diciembre de 2018, se acercaban fechas navideñas, pero la cosa no pintaba muy bien, mucho trabajo y la familia fuera. Así que en medio de esa “depresión” me “oculté” una vez más en Youtube y Minecraft.

A mediados de diciembre me encuentro un mensaje de Doctor Nok indicándome que había abierto un servidor para los Patreon y que me pasara. Dicho y hecho: entré en el servidor de Minecraft y el Discord que Doctor Nok tenía preparado.

Allí me encontré allí un grupo de gente increíble (más allá del propio Nok): Andres, Lady, 33, End, entre otros.. (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia) XD

El caso es que me volví a ver inmerso en Minecraft. Otra vez jugando, pero me sentía que no era todo, me volvió esa sensación de que si no compartía lo que hacia no era jugar al 100%.

El tercer intento

Animado por el grupillo que nos juntamos en el servidor, me volví a poner manos a la obra con el canal de Youtube. Ahora tenia algunas habilidades, así que me dije a mi mismo que era ahora o nunca. Ahora sabia lo mínimo del funcionamiento de Youtube, había aprendido a editar con Sony Vegas y tenia conocimientos de SEO. ¿Qué podía salir mal pues?

Así el 28 de diciembre publique mi primer video del canal de Youtube. Empecé mi survival de Minecraft, y no solo a jugarlo, sino también a compartirlo.

Las siguientes 8 semanas llegué a subir hasta 13 videos más.

A la tercera tampoco fue la vencida

Durante esas 8 semanas me topé con dos nuevas dificultades que nunca me había imaginado:

  • Cuando juegas es diferente a cuando juegas y compartes. Ya fuera jugando solo o con amigos, siempre me había sentido muy cómodo, dentro de esa improvisación que te puedes permitir en tus aficiones, el problema es que ahora dejaba de ser un entretenimiento, para convertirse en una responsabilidad con la gente que te “sigue”. Ya no vale improvisar, hay que planificar.
  • El tiempo. Desde fuera siempre pensé que el tiempo dedicado a un canal de Youtube sería poco, nada más lejos de la realidad. Cada uno de esos vídeos me llevó mucho tiempo planificarlo, grabarlo, editarlo y prepararlo para compartirlo.

Esa forma nueva de jugar y el tiempo que requería empezó a pasarme factura, mirando a mi alrededor tenia que renunciar a cosas si quería llegar a hacer algo, pero decidí no perder nada de lo que ya tenía.

Tardé dos meses en darme cuenta de que a la tercera tampoco fue la vencida.

Tirar la toalla como “Youtuber” en mi segundo intento

Después de mi primer video en noviembre de 2015 pasarían más de dos años hasta que volví a grabar videos en Youtube. Era la marzo de 2017, mi segundo intento, y el resultado fue: Tirar la toalla como “Youtuber”.

Fueron dos los videos esas semanas de marzo de 2017, el primer video como “video respuesta” a una petición de Doctor Nok (a como decorar una villa) y el segundo fue mi episodio 0 de lo que debía ser mi primer survival.

Episodio 0 de mi primer survival

La verdad es que la serie nunca llegó a ver la luz, este video siempre ha estado en privado y nadie excepto yo lo ha visto: me frustró bastante el resultado. Me trabé bastante, no vocalizo bien (me sigue pasando), además el mensaje que pretendía dar esta desordenado (era todo pura improvisación).

A eso le sumamos que la edición fue nula: grabé con Fraps el video todo seguido y luego solo realicé una conversión de formato. Otra vez el audio era horrible, además el volumen del juego estaba tan elevado que cuando hablaba casi no se me escuchaba.

Frustración con el resultado y parón definitivo

Este segundo intento fue como el primero, con experiencia nula, habilidades nulas y encima con un resultado que me frustró bastante, miré atrás y me di cuenta de que hacía dos años que me sucedió lo mismo y realmente no hice nada para evitar el nuevo tropiezo. Tenia todos los ingredientes para una nueva renuncia.

Creo que lo peor fue precisamente mirar atrás y ver que realmente no hice nada. Sabía que existían cursos gratuitos, tutoriales de herramientas, software que no me costaría dinero, todo lo que necesitaba estaba allí y no hice nada. Llegué a la conclusión que quizás no tenia la pasión necesaria para esto, que quizás mi pasión estaría en otro lado.

La decisión estaba tomada: tirar la toalla como “Youtuber” y renunciar fué mi opción.

Aunque la vida de muchas vueltas y dos años después…