A la tercera tampoco fue la vencida

Siempre he escuchado que “a la tercera va la vencida”, pero en mi mini carrera de generador de contenido me tocó un “a la tercera tampoco fue la vencida”.

Era diciembre de 2018, se acercaban fechas navideñas, pero la cosa no pintaba muy bien, mucho trabajo y la familia fuera. Así que en medio de esa “depresión” me “oculté” una vez más en Youtube y Minecraft.

A mediados de diciembre me encuentro un mensaje de Doctor Nok indicándome que había abierto un servidor para los Patreon y que me pasara. Dicho y hecho: entré en el servidor de Minecraft y el Discord que Doctor Nok tenía preparado.

Allí me encontré allí un grupo de gente increíble (más allá del propio Nok): Andres, Lady, 33, End, entre otros.. (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia) XD

El caso es que me volví a ver inmerso en Minecraft. Otra vez jugando, pero me sentía que no era todo, me volvió esa sensación de que si no compartía lo que hacia no era jugar al 100%.

El tercer intento

Animado por el grupillo que nos juntamos en el servidor, me volví a poner manos a la obra con el canal de Youtube. Ahora tenia algunas habilidades, así que me dije a mi mismo que era ahora o nunca. Ahora sabia lo mínimo del funcionamiento de Youtube, había aprendido a editar con Sony Vegas y tenia conocimientos de SEO. ¿Qué podía salir mal pues?

Así el 28 de diciembre publique mi primer video del canal de Youtube. Empecé mi survival de Minecraft, y no solo a jugarlo, sino también a compartirlo.

Las siguientes 8 semanas llegué a subir hasta 13 videos más.

A la tercera tampoco fue la vencida

Durante esas 8 semanas me topé con dos nuevas dificultades que nunca me había imaginado:

  • Cuando juegas es diferente a cuando juegas y compartes. Ya fuera jugando solo o con amigos, siempre me había sentido muy cómodo, dentro de esa improvisación que te puedes permitir en tus aficiones, el problema es que ahora dejaba de ser un entretenimiento, para convertirse en una responsabilidad con la gente que te “sigue”. Ya no vale improvisar, hay que planificar.
  • El tiempo. Desde fuera siempre pensé que el tiempo dedicado a un canal de Youtube sería poco, nada más lejos de la realidad. Cada uno de esos vídeos me llevó mucho tiempo planificarlo, grabarlo, editarlo y prepararlo para compartirlo.

Esa forma nueva de jugar y el tiempo que requería empezó a pasarme factura, mirando a mi alrededor tenia que renunciar a cosas si quería llegar a hacer algo, pero decidí no perder nada de lo que ya tenía.

Tardé dos meses en darme cuenta de que a la tercera tampoco fue la vencida.